Giannis en modo MVP, guía a los Bucks a su primera victoria.
Ayer los Boston Celtics tuvieron una píldora de su propia medicina por parte de los Milwaukee Bucks, debido a que la gran defensa les aportó un resultado por debajo de los 90 puntos, ocasionando el robo de la localía por si se llegase a presentar un último partido y la ventaja en la serie; además de lo anterior mencionado, Giannis en modo bestia, aportó un triple doble y se puso “nuevamente” el casco de general para comandar la ofensiva.
Cabe resaltar que el ataque de los Boston estuvo fatal, con un total de 10 tiros convertidos de 34 posibles (un porcentaje demasiado bajo, sobre 29,4%) y 18 tiros acertados de 50 posibles (36%), a lo que la apuesta de los Bucks cerrando la defensa estilo candado y permitiendo que el rival lanzara triples a su antojo, fue acertada y efectiva para lograr ir en el marcador arriba desde el primer cuarto por 3 puntos y en el segundo ampliarla a 10 puntos, el resto del partido fue trámite y pura concentración. En cuanto a la ofensiva, Giannis con 24 puntos, 13 rebotes, 12 asistencias y dos tapas, suministraba el juego, de hecho en el último cuarto decide atacar a Williams, realiza una finta para lanzar el balón al tablero y auto habilitarse para así brindar a todos los espectadores, el mate espectacular del partido, eso y muchas jugadas más, lo acercan cada vez más a su tercer MVP.
Hay muchas cosas por replantear por parte de los Celtics (especialmente en ataque) en cara a los siguientes partidos de la serie, específicamente reducir significativamente ese porcentaje de fallo, también el equipo requiere de un Tatum más concentrado y ofensivo y de un mejor manejo del balón. Mientras que los Bucks con aire en la camiseta, deberán replantear los lanzamientos a triple, pese a que fue alto el porcentaje de fallo, también fue abruptamente alto la cantidad de lanzamientos y donde lleguen a ser efectivos, la historia será diferente y en la NBA no hay nada escrito.